1. Reserva Biológica Encenillo: Un Santuario del Bosque Altoandino
Ubicada a aproximadamente una hora de Bogotá, la
Reserva Biológica Encenillo es un refugio de biodiversidad en la Cordillera Oriental de Colombia. Este paraíso natural conserva uno de los últimos relictos de bosque altoandino primario en el país, un ecosistema que enfrenta serias amenazas debido a la expansión agrícola y ganadera.
La historia de Encenillo es una de transformación y restauración ecológica. Lo que alguna vez fue un área degradada por la extracción de caliza, hoy es un ejemplo de cómo la
naturaleza puede recuperarse cuando se le da la oportunidad. Gracias a la generosidad de la familia Hoeck, quienes donaron 195 hectáreas a la Fundación Natura, y con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la reserva ha logrado restaurar y conservar 206 hectáreas de bosque.
Los visitantes de Encenillo pueden disfrutar de caminatas por senderos llenos de orquídeas, líquenes y aves endémicas. Aquí, es posible observar algunas de las 78 especies de aves que habitan la reserva, incluyendo especies nocturnas y migratorias. Además, la fauna local incluye animales como el cusumbo, el zorro de patas negras y, en los límites de la reserva, el majestuoso oso de anteojos.
¿Por qué visitar la Reserva Biológica Encenillo? La reserva no solo es un ejemplo de restauración ecológica exitosa, sino también un espacio de aprendizaje y conexión con la
naturaleza. Los guías locales, quienes han sido testigos del renacimiento de este bosque, comparten con pasión los procesos de recuperación y la importancia de conservar estos ecosistemas. Es un lugar donde el canto de las aves, los colores de las flores y los aromas del bosque se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable.